Un mal progresivoSusana Sechi (*)
Nuestra querida Argentina se encuentra inmersa en una crisis terminal, en la que los valores irremediablemente están aquejados de un mal progresivo, algo que no encaja en el terreno de la casualidad, es decir es un plan que ha sido perfectamente urdido para lograr el efecto deseado. El descontrol y la táctica de vencer la moral, reemplazándola por una moralina perfectamente digitada que ha cambiado las reglas de la sociedad. Una sociedad que a partir de la anomia, se ha vuelto autómata y a pesar de los maltratos ejercidos por el poder de turno sobre su propio destino, no parece todavía tomar conciencia de que sin su intervención, el mal no podrá ser curado.
La incidencia de los medios de comunicación y ese incesante bombardeo de apologías ideológicas, tendientes a imponer el pensamiento único, impuesto por los que ejercen el poder desde la mentalidad terrorista, ha dispuesto en estos tiempos las mismas consignas que iniciaron la guerra sucia durante los años 60-70. En esas instancias tratando de tomar el poder por las armas en el marco de gobiernos constitucionales y ahora por medio de la usurpación del poder, apoyándose en una democracia ficticia
Unos supuestos lideres, dispuestos a cualquier cosa, para obtener beneficios, fueron los elegidos para llevar a cabo un plan que durante más de 30 años había sido acuñado, para librar la batalla de la venganza. Ese matrimonio Kirchner que sin escrúpulos, acepto representar a quienes asolaron la Argentina, imponiendo el terror y la muerte con sus ejércitos terroristas, mancillando a miles de ciudadanos inocentes, solamente por el delirio anormal de un conjunto de desquiciados, que se decían los dueños de una patria mejor, apoyados en ideologías foráneas, como la sangrienta revolución cubana, son los que agitando trapos rojos, han hecho posible la continuación de la guerra subversiva, desde los tribunales y los organismos que dicen tutelar los derechos humanos.
Mientras, el país se desgaja económicamente y la mentira mágica del modelo superador se diluye, la presidente busca por medio de actos seriados, convertirse en actriz de una mala serie en capítulos cotidianos, para contrarrestar la incidencia de la decadencia, que la viene azotando sin piedad. Debido a la poca capacidad que ha demostrado para sustentar el cargo, el que evidentemente no puede sobrellevar sobre sus espaldas, la señora obstinada en mantener una imagen que la muestre como exitosa, se ha hecho afecta al ridículo, para contener su inoperante gestión. Sustentada en la soberbia y el odio, solo se ampara en la división del cuerpo social para mantener un poder que se le escapa de las manos.
A pesar de que la crisis avanza y quedan a descubierto los engaños, el entorno presidencial privilegiado no se encuentra dispuesto a perder su oportunidad, y como la inquisidores preparan sus hogueras para terminar cuanto antes con sus venganzas. Como se ha podido comprobar en estos juicios armados, como un circo para divertir a las hienas ávidas de sed de sangre. Las conductas de los terroristas, a quienes se les ha brindado todos los atributos para cometer sus tropelías, se muestran exultantes y las señoras de los pañales blancos con todos sus odios a flor de piel comparten el festín, destilando ese veneno que han ido acumulando durante tantos años en busca de la revancha que calme sus remordimientos, porque no supieron ó no quisieron asumir su rol de madres y abuelas. Su dedicación siempre acumuló odios y resentimientos, quizás los mismos que inculcaron a sus hijos, para que estos eligieran el camino de las armas, tratando de imponer por la fuerza ideologías nefastas, a quienes no estaban dispuestos a aceptarlas.
Hoy sin embargo son esos mismos terroristas los que juzgan a quienes los derrotaron en una guerra que no debió haber existido si no fuera por ellos mismos. Es algo que no se puede interpretar desde el raciocinio. Es prácticamente lo mismo si Eta ó las Farc en estos momentos montaran tribunales populares, para condenar de antemano a quienes .los combatieron. Pero parece que en esta Argentina la cordura no es un bien adquirido y se somete a juicio a todo aquel que actuó en defensa de la patria.
La exposición pública, en juicios inconstitucionales, de integrantes de las FFAA, como también de la Iglesia, ha demostrado que nos encontramos en una tierra arrasada, por los ataques de la guerrilla marxista, que ha vuelto para cobrarse su derrota. Los asesinos de ayer son los héroes de hoy, y reciben los lauros, por haber masacrado a miles de inocentes, que no son alcanzados por una justicia que discrimina sus muertes.
¿Qué pasa ya nadie se acuerda de Salusto, Larrabure, Genta, Sacheri, Fernández Cutiellos, Barrios, Viola, Lambruschini, Lucioni y de los otros miles que fueron mancillados, por los ejércitos terroristas?
(*) Susana Sechi , Directora de La Historia Paralela
La incidencia de los medios de comunicación y ese incesante bombardeo de apologías ideológicas, tendientes a imponer el pensamiento único, impuesto por los que ejercen el poder desde la mentalidad terrorista, ha dispuesto en estos tiempos las mismas consignas que iniciaron la guerra sucia durante los años 60-70. En esas instancias tratando de tomar el poder por las armas en el marco de gobiernos constitucionales y ahora por medio de la usurpación del poder, apoyándose en una democracia ficticia
Unos supuestos lideres, dispuestos a cualquier cosa, para obtener beneficios, fueron los elegidos para llevar a cabo un plan que durante más de 30 años había sido acuñado, para librar la batalla de la venganza. Ese matrimonio Kirchner que sin escrúpulos, acepto representar a quienes asolaron la Argentina, imponiendo el terror y la muerte con sus ejércitos terroristas, mancillando a miles de ciudadanos inocentes, solamente por el delirio anormal de un conjunto de desquiciados, que se decían los dueños de una patria mejor, apoyados en ideologías foráneas, como la sangrienta revolución cubana, son los que agitando trapos rojos, han hecho posible la continuación de la guerra subversiva, desde los tribunales y los organismos que dicen tutelar los derechos humanos.
Mientras, el país se desgaja económicamente y la mentira mágica del modelo superador se diluye, la presidente busca por medio de actos seriados, convertirse en actriz de una mala serie en capítulos cotidianos, para contrarrestar la incidencia de la decadencia, que la viene azotando sin piedad. Debido a la poca capacidad que ha demostrado para sustentar el cargo, el que evidentemente no puede sobrellevar sobre sus espaldas, la señora obstinada en mantener una imagen que la muestre como exitosa, se ha hecho afecta al ridículo, para contener su inoperante gestión. Sustentada en la soberbia y el odio, solo se ampara en la división del cuerpo social para mantener un poder que se le escapa de las manos.
A pesar de que la crisis avanza y quedan a descubierto los engaños, el entorno presidencial privilegiado no se encuentra dispuesto a perder su oportunidad, y como la inquisidores preparan sus hogueras para terminar cuanto antes con sus venganzas. Como se ha podido comprobar en estos juicios armados, como un circo para divertir a las hienas ávidas de sed de sangre. Las conductas de los terroristas, a quienes se les ha brindado todos los atributos para cometer sus tropelías, se muestran exultantes y las señoras de los pañales blancos con todos sus odios a flor de piel comparten el festín, destilando ese veneno que han ido acumulando durante tantos años en busca de la revancha que calme sus remordimientos, porque no supieron ó no quisieron asumir su rol de madres y abuelas. Su dedicación siempre acumuló odios y resentimientos, quizás los mismos que inculcaron a sus hijos, para que estos eligieran el camino de las armas, tratando de imponer por la fuerza ideologías nefastas, a quienes no estaban dispuestos a aceptarlas.
Hoy sin embargo son esos mismos terroristas los que juzgan a quienes los derrotaron en una guerra que no debió haber existido si no fuera por ellos mismos. Es algo que no se puede interpretar desde el raciocinio. Es prácticamente lo mismo si Eta ó las Farc en estos momentos montaran tribunales populares, para condenar de antemano a quienes .los combatieron. Pero parece que en esta Argentina la cordura no es un bien adquirido y se somete a juicio a todo aquel que actuó en defensa de la patria.
La exposición pública, en juicios inconstitucionales, de integrantes de las FFAA, como también de la Iglesia, ha demostrado que nos encontramos en una tierra arrasada, por los ataques de la guerrilla marxista, que ha vuelto para cobrarse su derrota. Los asesinos de ayer son los héroes de hoy, y reciben los lauros, por haber masacrado a miles de inocentes, que no son alcanzados por una justicia que discrimina sus muertes.
¿Qué pasa ya nadie se acuerda de Salusto, Larrabure, Genta, Sacheri, Fernández Cutiellos, Barrios, Viola, Lambruschini, Lucioni y de los otros miles que fueron mancillados, por los ejércitos terroristas?
(*) Susana Sechi , Directora de La Historia Paralela
Los países que tratan de vivir sin valores
terminan por desvalorizar la vida de sus ciudadanos.
