Domingo de Gloria….
23-Marzo-2008.
El Mundo cristiano conmemora alborozado la resurrección de nuestro Señor Jesucristo, que después de una torturada pasión y una dolorosa crucifixión, se irguió como triunfador sobre la muerte, victorioso sobre el mal, volviendo, después de mostrarse triunfal, a sentarse a la diestra de Dios Padre.
El mundo cristiano está de fiesta, se retiran los lienzos morados que cubren las imágenes que representan a nuestros santos y jubilosamente se vuelve a celebrar misas y en especial las eucaristías. Sin duda, festejamos el triunfo del amor sobre el odio, de la paz sobre la violencia, y de la humildad sobre la soberbia.
El mensaje implícito de esta resurrección es el de la esperanza de una “vida” mejor en el Reino de los cielos y el de la perspectiva de una eternidad junto al creador, en su paz y en su amor. El mensaje nos dice claramente que nos encontramos en este mundo de sufrimientos preparándonos para la nueva “vida”.
El mensaje del “Hijo del Carpintero” está vigente después de casi dos mil años de emitido, lo que a las claras demuestra la necesidad de que triunfe el amor sobre el egoísmo en nuestras sociedades, de abandonar el consumismo deshumanizante y de iniciar los cuidados de nuestro planeta, maravillosa obra Divina.
Una parte importante de los habitantes del mundo, que no son seguidores del mensaje Cristiano, debieran revisar las palabras y parábolas de Jesús, pues, aunque no crean en el como hijo de Dios, no les hará mal una dosis de humildad y fraternidad, ni mucho menos esa entrega total a los designios del Padre.
Esperamos que este periodo de reflexión, no de vacaciones, nos haya servido a todos para ser mas humanos, aprender a querer, tener tolerancia y a respetar mas a nuestro prójimo, para acercarnos a Dios en la sumisión de la oración, verdadera conversación con el Padre y Hermano celestial.
Los países que tratan de vivir sin valores terminan por desvalorizar la vida de sus ciudadanos.
