Si no se ponen serios, la política sera una caricatura
grotesca.
Nos sentiríamos orgullosos si…..Parafernalia, circo, engaño, mentira, parecen ser los insumos más importantes que utiliza nuestra clase gobernante para “convencernos” de lo bien que lo hacen y para llevarnos a volver a votar por ellos.
Sin duda, la “industria” de la ineptitud e incapacidad que han montado no ha beneficiado a aquellos que ellos pregonaban que su administración protegería y ha creado una nueva clase privilegiada, ellos.
Han sido extremadamente productivos en corromper la administración, ya no se encuentra ningún organismo público que no registre eventos de esta naturaleza, que ciertamente comprometen millonarios recursos.
La “Industria” que han montado funciona sin descanso, han logrado durante 20 años meternos los dedos en la boca con tanta suavidad, como las manos de seda, que ni lo hemos notado.
La payasada ya no tiene nombre, nuestras autoridades caen en cualesquier ridiculez con tal de obtener un poco de publicidad o aparecer en la portada de alguno de los medios de la farándula.
Nos han dado lecciones completas de falta de seriedad, de ausencia de capacidades, de escasez de ideas, de nula prudencia, un exceso de ineptitud, son solo unos discapacitados administrativos.
A nosotros nos gustaría tener dirigentes que tuviesen más creatividad, como por ejemplo invirtieran los enormes recursos del cobre en industrializar la actividad, para agregarle valor, y exportar productos.
No habría resultado placentero ver que nuestros gobernantes hubiesen poseído las capacidades que les hubiesen permitido crear las condiciones para que hubiese una explosión de actividad económica.
Nos hubiera llenado de orgullo ver autoridades que ante la riqueza del estado soltaran la cuerda de nuestro cuello rebajando efectivamente los impuestos que liquidan a las pymes y exterminan a la clase media.
Estaríamos llenos de satisfacciones si los “mandos” proporcionaran a los jóvenes una educación que les asegurara el futuro y a los más viejos una salud que no rebajara la condición humana.
Nos sentiríamos hasta engreídos si las jefaturas nos hubiesen demostrado la capacidad necesaria para entender los problemas reales de la población, dejando de lado temas políticos que tan poco aportan.
Por último, seríamos un pueblo complacido si terminara el show, que incluye las declaraciones rimbombantes y las inauguraciones mula, para todos dedicarnos a construir un futuro para Chile.
Los países que tratan de vivir sin valores
terminan por desvalorizar la vida de sus ciudadanos.
