La familia rural y la de todos los argentinos que quieren un país justo, libre y soberano donde la dignidad de sus habitantes sea respetada, están en estado de alerta y movilizados.
Por Eduardo Palacios Molina
A partir del 1º de abril el gobierno ha recibido un mensaje: el campo ha levantado el paro por 30 días a la espera de un diálogo que resuelva el tema de las retenciones a la soja y que contemple todas las trabas estatales que una legislación burocrática frenan la producción. Las entidades que representan a la familia rural han sido claras y consecuentes con esos principios, demostrando su fe inquebrantable en la dignidad y en el trabajo. No piden subsidios, sino que "escudados" en el Estado, un grupo de burócratas no les sigan robando inescrupulosamente el fruto de su trabajo. Ya comenzó entonces la cuenta regresiva.
Todos los argentinos estamos siendo robados de igual forma. Quienes no lo saben es mejor que lo vayan sabiendo. El sistema tributario nos hace pasible a todos los argentinos, aun aquellos que no están inscriptos como monotributistas, entre ellos los jubilados, están siendo esquilmado, con quitas injustificadas equivalentes al 100% de sus actuales ingresos.
Existen razones suficientes, para saber que la inflación ha superado el 20% y que la carestía de la vida amenaza con destruir la economía de cada familia argentina, industrial, ruralista o de cualquier otra actividad profesional o independiente.
Por eso debemos hacer nuestra la causa del campo, siendo solidarios con quienes nos han demostrado que lo son con el pueblo todo, ya que si el paro se ha levantado por 30 días a la espera de soluciones, es porque el campo pensó en todo los habitantes de nuestro país y no quiso que este paro privara a los hogares argentinos de alimentos. No se levantó el paro para beneficiar al gobierno sino para no perjudicar al pueblo.
Por ello y con más razón que nunca, el pueblo debe acompañar al campo en estos 30 días de vigilia recordando que la cuenta regresiva ha comenzado para el gobierno. Cada día que transcurre sin solución a los conflictos planteados es un día menos para la solución que se ha perdido.
Si llegamos al día 30 y no hay solución a la vista, preparémosnos, porque no se puede seguir engañado más tiempo. Aquí, a mi criterio, hay que responder con un "paro general de actividades". Si llegara haber una solución, que no lo creo, hallaremos un camino a la paz y a la cordura, camino por el que nunca transitó el kirchnerismo.
Mientras tanto la ciudadanía toda de la Argentina, debe permanecer en estado de "alerta" y "movilizada". No es la primera vez que nos engañan y tampoco será la última.
Reproducimos este artículo por considerar que nuestro “barrio” está comenzando a despertar de la borrachera populista que lo ha afectado durante los últimos años.
Los países que tratan de vivir sin valores terminan por desvalorizar la vida de sus ciudadanos.
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