Virgen del Carmen

Virgen del Carmen
Protege a Chile

sábado, 11 de junio de 2011

Matrimonio, una sola carne por Felipe Bacarreza Rodríguez, Obispo de Santa María de Los Ángeles.

Matrimonio, una sola carne

por Felipe Bacarreza Rodríguez,

Obispo de Santa María de Los Ángeles





En Chile, según el censo del 2002, el 85,10% de la población se reconoce cristiana (69,96% de católicos y 15,14% de evangélicos), es decir, veneran a Jesucristo como su Dios. Ante el tema de actualidad sobre las uniones entre personas homosexuales, conviene saber qué piensa Jesús, nuestro Dios y Señor, sobre este punto.



Interrogado Jesús acerca de la ley de divorcio, que regía en Israel, responde: «¿No han leído que el Creador, desde el comienzo, los hizo varón y hembra, y que dijo: Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos se harán una sola carne? De manera que ya no son dos, sino una sola carne» (Mt 19,4-6). Jesús ni siquiera se pone en el caso de una unión homosexual. Sus palabras la excluyen completamente, porque dos personas homosexuales no pueden unirse para hacerse una sola carne, porque no son complementarias. Bien sabe esto la sabiduría popular que llama macho y hembra a dos dispositivos cualesquiera cuando deben unirse para hacer una sola cosa. Por ejemplo, dos enchufes macho no pueden unirse, ni tampoco dos enchufes hembra.



En otra ocasión, le ponen el caso de una mujer que se casó sucesivamente con siete hermanos sin tener hijos con ninguno. Es claro que si cada hermano tomó a la misma mujer fue con el fin de engendrar hijos, cada uno para dar descendencia al difunto hermano, según la ley del levirato (cf. Deut 25,5ss). Los saduceos que niegan la resurrección de la carne preguntan a Jesús de cuál de los siete hermanos será la mujer en la resurrección. Jesús responde: «En la resurrección de entre los muertos, ni ellos tomarán mujer ni ellas marido. Ni pueden ya morir, porque son como ángeles, y son hijos de Dios» (Lc 20,35-36). Jesús afirma que en la resurrección no será necesaria la unión conyugal, porque los seres humanos que han resucitado ya no mueren y, por tanto, no es necesario engendrar nuevas vidas humanas. Es claro que para Jesús la relación conyugal tiene como finalidad la procreación, que en la vida eterna no es necesaria y, por tanto, cesa. De más está decir que esa finalidad es imposible en la relación homosexual y, por tanto, según la mente de Jesús esas relaciones no deben existir ni en esta vida ni en la otra.



Todo el empeño de un cristiano, que en Chile son el 85,10%, debe ser asumir como propia la mente de Jesús y cumplir lo que dice San Pablo de los cristianos de su tiempo: «Nosotros tenemos la mente de Cristo» (1 Cor 2,16). La postura de un cristiano ante las uniones homosexuales debe ser la de Jesús.

(Tomado de carta enviada por el Obispo Bacarreza a Diario El Mercurio)


Los países que tratan de vivir sin valores terminan
por desvalorizar la vida de sus ciudadanos.
Promocione esta página

Notas anteriores

Datos personales

Mi foto
Los pueblos que no se defienden seguramente pierden sus libertades. http://reaccionchilena.blogspot.com/

Snap Shots

Get Free Shots from Snap.com