Virgen del Carmen

Virgen del Carmen
Protege a Chile

sábado, 10 de abril de 2010

El descanso de Dios, por Agustín Squella.


El descanso de Dios,

por Agustín Squella.

Si algo me cuesta tolerar luego del 27 de febrero cada vez que sintonizo un programa de noticias, es la actitud de conductores de espacios y analistas que desde el día siguiente al desastre exigen a voz en cuello completa información acerca de la totalidad de los efectos de éste, inmediata y también completa atención y soluciones para los cientos de miles de damnificados, y aclaración y ejecución instantáneas de todas y cada una de las responsabilidades, públicas y privadas, que derivaron del hecho. Quienes actúan de ese modo parecen no considerar que lo que tuvimos fue un cataclismo sin precedentes, tanto por su intensidad (cerca de nueve grados), duración (dos minutos y medio) y extensión (800 kilómetros en los que habitan casi dos tercios de la población de Chile). Por lo mismo, no me extrañaría que los que así proceden, llegado el fin de los tiempos y la completa devastación del planeta —digamos el Apocalipsis—, levanten el dedo para exigir inmediatas explicaciones y responsabilidades acerca de lo que acontecerá en ese momento.


Y puesto que acabo de mencionar uno de los libros del Nuevo Testamento, diré que un Estado laico es aquel que no afirma ni niega la existencia de Dios y que permite el libre culto y expresión de todas las religiones, sin adoptar ninguna como su credo oficial. Tal es el caso de Chile, felizmente, de manera que me cuento entre los muchos sorprendidos por el hecho de que en su primer discurso en La Moneda el nuevo Presidente haya utilizado nada menos que siete veces la palabra “Dios” y a lo menos dos en su primera intervención por cadena nacional, y que otras personas hagan lo mismo a propósito del cataclismo que nos afectó. Una misionera española radicada en Chile llegó incluso a decir que Dios había hablado a través del terremoto, aunque no pudo explicar qué fue lo que la divinidad quiso decirnos, como meses antes también a los haitianos. De un sacerdote ya desaparecido cuentan que al momento de referir a un grupo de amigos que padecía una seria diabetes, uno de los presentes le dijo a modo de consuelo: “Bueno, a veces Dios permite esas cosas”, a lo cual el sacerdote respondió sin vacilar un segundo: “¿Las permite? ¡Las quiere!”.


Todo lo cual me hace recordar la objeción que al empleo superficial e indiscriminado del nombre de Dios escuché a un poeta perfectamente creyente, quien se lamentaba de que Dios fuera considerado un objeto disponible, un truco o un artilugio, casi como si se tratara de una patita de conejo que lleváramos en el bolsillo y que tendríamos que frotar cada vez que esperamos un bien o advertimos una amenaza. Francamente dicho, y sin ánimo de incomodar a los cristianos que hoy invocarán con toda propiedad el nombre de Dios, proferir ese nombre en cualquier circunstancia, especialmente en beneficio propio, como hacen algunos estudiantes la víspera de un examen, los deportistas antes de una competencia o el afortunado compatriota que no vio dañada su casa por el sismo, resulta cuando menos inútil y desde luego abusivo. La idea de un Dios que se inmiscuye deliberadamente y a cada instante en todos los naturales y también humanos acontecimientos, resulta tan primitiva como creer que es Él quien mueve la Tierra alrededor del Sol, o, como se consideró largo tiempo, el Sol alrededor de un humilde planeta situado en los suburbios de una de los 100 mil millones de galaxias que es posible calcular en el universo.


Hasta para un no creyente “Dios” puede ser un nombre demasiado digno y serio como para tomarlo en vano, de manera que me pregunto si acaso no es razonable esperar lo mismo de quienes creen en Él, pero que, invocándolo a cada instante, incluso a propósito de los asuntos más pedestres, olvidan que “si Dios descansó el séptimo día, ello significa que en adelante alguien tendría que ocuparse del resto”.



Los países que tratan de vivir sin valores
terminan por desvalorizar la vida de sus ciudadanos.
Promocione esta página

Notas anteriores

Datos personales

Mi foto
Los pueblos que no se defienden seguramente pierden sus libertades. http://reaccionchilena.blogspot.com/

Snap Shots

Get Free Shots from Snap.com