DESDE EL REFUGIO DORADO DE LA ONU.De los fogosos discursos se han escuchado en Naciones Unidas, el de Cristina Fernández, Presidente de Argentina, nos pareció una cruda demostración de oportunismo y del cinismo con que su familia ha manejado la Administración de su país.
Sin duda nos llamó la atención su intento por aprovechar la crisis de Wall Street para intentar demostrar la necesidad de establecer Gobiernos fuertes y la descarnada crítica al capitalismo del que ella y su marido han profitado intensamente.
Su intento por capitalizar políticamente la crisis financiera de los Estados Unidos, tratando de decir que siempre habían culpado a otros, nos sonó a una frescura totalmente fuera de lugar.
Su descripción del crecimiento de la Republica, en los mandatos asociados al Justicialismo y la imagen de Argentina cumpliendo sus compromisos financieros nos pareció simplemente patética, parece que se olvidó que estafaron a todo el mundo.
Su análisis de los organismos multilaterales, la descripción de los esfuerzos por la paz continental y la perorata sobre los derechos humanos, que simplemente no respetan, nos pareció una palmaria demostración de un cinismo extremo.
Lo que sí nos pareció atendible es el llamado al Reino Unido a terminar con los enclaves colonialistas e iniciar, cumpliendo la carta de la ONU, las conversaciones que permitan a Argentina recuperar las Islas Malvinas.
Bush centro su participación en la crisis económica que afecta a los Estados Unidos e insto al mundo a fortalecer las alianzas multilaterales como una forma de combatir el flagelo de terrorismo.
Irán acusó a unas pocas potencias prepotentes de tratar de impedir su programa nuclear pacifico y afirmó ante la Asamblea que los Estados Unidos se encuentran al borde de colapso total.
Morales, de Bolivia, repitió las diatribas de siempre contra el imperialismo, intentando provocar lástima por los intentos de derrocarlo y hasta matarlo, sacando a relucir permanentemente su proyecto de nueva Constitución.
Interesantísima nos pareció la propuesta de Panamá, expresada por su Presidente, Omar Torrijos, de hacer una cruzada contra el hambre, la que consideró una amenaza contra la paz social.
Alentadora también nos pareció la ponencia de Brasil, expuesta por Luiz Inacio Lula da Silva, en el sentido de adecuar el Consejo de Seguridad a la situación actual, pidiendo más multilateralismo para solucionar los problemas de la coyuntura.
El Presidente Colombiano, Álvaro Uribe, no perdió el tiempo y se reunió con la candidato a Vicepresidente republicana, Sarah Palin, como una manera de promover la aprobación del TLC entre ambos países.
Los países que tratan de vivir sin valores
terminan por desvalorizar la vida de sus ciudadanos.
