Y volvieron a quemar las Iglesias...
… ejecutar a los policías, blanco de los iniciados en las huestes marxistas y a masacrar las víctimas inocentes, esta vez de forma simbólica pero igualmente cruenta.
Un Tribunal al estilo revolucionario como en la época de los Soviets, cuando se institucionalizó la moción de “enemigo del pueblo” y solo por pensar distinto se quedaba fuera de la ley, llevó a cabo un juicio que de antemano tenía redactada su sentencia.
Elegido como la presa perfecta, el ex-Capellán de la Policía de la Provincia de Buenos Aires Padre Christian Von Wernich, se repartieron culpas sobre su persona conformando la ejecución jurídica desde varios flancos, la Iglesia, la Policía, las Fuerzas Armadas y la sociedad de ese momento trágico para la Patria, como para mantenerla a distancia en estas épocas de revancha.
En un armado estado terrorista en el que conviven oportunistas y atacantes marxistas junto a la pareja reinante que detenta el poder, la que no dudó en colocarse el disfraz mas conveniente para la ocasión como el de montoneros activistas y desde esa posición entregar la Justicia para que asesinos subversivos descarguen odios y revancha.
Esos mismos que hoy ocupan cargos en el Gobierno ostentando activas participaciones en actos de terrorismo por los que fueron juzgados y condenados, con condenas incumplidas y liberados por indultos de oportunistas gobernantes de la pseudo democracia que se instaló a partir de 1983, representan a la Argentina en el exterior, ocupan bancas de legisladores o dirigen astilleros estatales y no son motivo de desvelo para estos jueces que condenaron al sacerdote por delitos de lesa humanidad.
Sin un mínimo de dignidad, un energúmeno, obeso e impresentable Subsecretario de la Jefatura de Gabinete de Felipe Solá, Emilio Pérsico, amenazó a los fiscales profiriendo todo tipo de insultos al mejor estilo de Qebracho, la violenta organización de la que fue integrante, sin que el condicionado Presidente del Tribunal reprendiera su proceder y lo expulsara de la sala.
Esta manutención del odio sostenida por quienes usufructúan el erario público, se ha visto refrendada por personajes siniestros sostenidos por un cargo como el Sub Secretario de Derechos Humanos que apeló a la victimización de los culpables de ese terrorismo que asoló a la Argentina y en una de esas interpretaciones libres sostuvo que estos juicios son necesarios para la construcción del Estado de Derecho.
Edgardo Binstock resaltó además como un hecho trascendental la condena al sacerdote, como también los próximos juicios a responsables del 601, adjudicando a estas abstracciones jurídicas el título de “momentos históricos para la Patria”.
Esta paradójica representación similar a la utilizada en los años 50 en la quema de templos para acallar la voz de los representantes de la Iglesia, se ha vuelto a revivir, esta vez desde los estrados de la Justicia trasgrediendo todos los principios jurídicos, en testimonios de dudosa verosimilitud impuestos por la malicia desde la que se descargaron odios viscerales acumulados durante mas de treinta años.
Han vuelto a las andadas y esta vez pretenden instalarse para siempre, amparados en esa pseudo democracia rastrera de complicidades non sanctas, de esos que esconden debajo de sus sotanas actividades marxistas de falsos movimientos de liberación, acordes con adoctrinamientos populares en los que se instiga por medio del resentimiento a la conformación de las guerrillas revolucionarias, contando con la ayuda incondicional de Hebe de Bonafini, ducha en estas lides.
La Fe mueve montañas pero en este caso no fue el momento apropiado ni el auditorio adecuado. El Padre Von Wernich en una breve exposición apeló al Evangelio en un acto plenamente pastoral, tomando como remanso el Libro de los Salmos y haciendo referencia al Salmo VII versículo 15 (El que textualmente dice: “He aquí que el impío” ha parido la injusticia: concibió el dolor y parió el pecado), aún cuando se expresó en una forma mas sencilla como para que pudieran comprender el mensaje, señalando a la mentira como posesión del demonio y diciendo “testigos falsos, el demonio es un testigo falso”, el sacerdote solo despertó en esos ateos un rictus sarcástico y perverso, ellos no entienden ni nunca entenderán la palabra del Señor, solo los representa Satanás.
Tras leer la sentencia el Presidente del Tribunal no pudo ocultar su plena satisfacción por el logro obtenido, “reclusión perpetua” sonó como un trino en la boca de ese juez al que solo le faltó decir “hasta la victoria siempre” y hemos logrado defenestrar la Fe, ya tienen la plena libertad de festejar sus aplazados odios de venganza, el estado los protege y no pondrá límites para ejecutar las sentencias que ustedes pidan.
Felices por haber consumado sus propósitos se pudieron escuchar todo tipo de atrocidades y los mas lamentables epítetos dirigidos contra el Padre Von Wernich.
“En ese cura se está haciendo justicia a la Iglesia Católica cómplice” - palabras de Tati Almeida, madre de Plaza de Mayo.
En tanto enfervorizados integrantes de todo tipo de grupos pertenecientes a la izquierda violenta, festejaban el triunfo con cánticos obscenos, bailes rituales y quema de crucifijos e imágenes del Padre, al mas puro estilo de un aquelarre de la Edad Media.
Quienes seguramente habrán brindado con champagne junto a su madre putativa Hebe de Bonafini, debe haber sido el matrimonio Kirchner, entusiasmado por ese triunfo histórico que supuestamente aportará mas votos a la Candidata y en tiempos electorales se justifica cualquier precio.
Pero todo tiene un costo, se suma y se resta con facilidad, no hay mas que recordar el chiste negro de Herminio Iglesias que precipitó la derrota del peronismo en 1983.
Susana Sechi es la Directora del Portal Patríotico ArgentinoLa Historia Paralela, que combate denodadamente la mentira y el engaño marxista.
Tomado de : http://www.lahistoriaparalela.com.ar/
2 comentarios:
Es grave desconocer la ley y la justicia y esta señora lo hace desde la primera hasta la última letra de su comentario.
¿Acaso están de acuerdo con que se utilice a la Iglesia para cometer delitos?
Cuándo la Justicia está "cargada" y es manejada con el solo objetivo de venganza contra quienes les infirieron una derrota, desconocerla, no solo es un derecho, es un deber
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