Virgen del Carmen

Virgen del Carmen
Protege a Chile

sábado, 25 de septiembre de 2010

Cardenal Newman, por Luis Eugenio Silva.

Beatificación del Cardenal Newman, por Luis Eugenio Silva.

El viaje de Benedicto XVI a Gran Bretaña tuvo muchos motivos: diálogo ecuménico; limar situaciones enojosas derivadas del paso de anglicanos al catolicismo; asumir el costo de los abusos sexuales, condenándolos otra vez, y ser testigo de Cristo, como sucesor de San Pedro en un mundo relativizado y con profundas críticas de católicos liberales al magisterio.

Pero también y fundamentalmente viajó para beatificar a John H. Newman (1801-1890). Este converso del evangelismo-calvinista anglicano al catolicismo fue un genio profeta, que se adelantó a su siglo y previó lo que sería una Iglesia como la describió el Concilio Vaticano II. Filósofo, autor entre otros de “Gramática del asentimiento”; historiador de la patrística, que lo llevaría a convencerse de que la religión de Cristo estaba en el catolicismo; polemista; novelista, maestro del estilo británico; teólogo y poeta, fue un hombre de gran sensibilidad. Irónico y algo distante, siendo ya famoso como anglicano, por amor a la verdad, dejó esa iglesia y se hizo católico. Toda su vida de sacerdote y oratoriano se repartió entre el apostolado y el trabajo como escritor. Ya católico, su libertad de pensamiento no lo hizo popular a la jerarquía, que lo miró oblicuamente. Tanto fue así, que llegó a decir que, cuando no estaba en la plena verdad, era más feliz, y que en el catolicismo se sentía triste. Pero jamás se arrepintió del paso dado en su conversión. Fue un verdadero doctor de la Iglesia y puente entre anglicanos y católicos. Fue un hombre moderno, con todas las dudas y problemas de nuestro ser de hoy. Su enorme acervo lo hizo conocer los tesoros de la cultura de la humanidad y la vida espiritual con Dios.

Fue un hombre que vivió la modernidad, el agnosticismo, la dificultad en conocer a Dios y sin embargo creer.

Toda su vida la vivió como un caminar, dejándose transformar por la verdad, con sinceridad. Fue moderno en su vida y en la fe. No en una fe de fórmulas de un tiempo pasado, sino una fe personalísima, vivida y sufrida y encontrada en un largo camino de renovación y de conversión.

Casi una década antes de morir, León XIII lo hizo cardenal. Su lema episcopal fue: el corazón habla al corazón.



Los países que tratan de vivir sin valores
terminan por desvalorizar la vida de sus ciudadanos.
Promocione esta página

Notas anteriores

Datos personales

Mi foto
Los pueblos que no se defienden seguramente pierden sus libertades. http://reaccionchilena.blogspot.com/

Snap Shots

Get Free Shots from Snap.com