TRANSANTIAGO…..UN BARRIL SIN FONDO.La Presidente Michelle Bachelet Jeria , el Ministro René Cortázar Sanz , además de una parte importante del Gobierno tratan de convencernos que el proyecto de financiamiento del Transantiago, casi mil millones de dólares en tres años, es una buena inversión, en circunstancias de que van a un verdadero barril sin fondos.
Hemos escuchado nuevamente los mismos ofrecimientos que hicieran Ricardo Lagos Escobar y Cía, cuándo ofreció el sistema y declamó sobre las ventajas que tendríamos los santiaguinos, la comodidad, las frecuencias, el aseo, baja en los tiempos de desplazamiento.
Pretender que los chilenos paguemos las metidas de pata de los gobernantes o las incapacidades de sus operadores políticos nos parece una monstruosa manera de tratar de distraer la atención pública, sobre un proyecto mal hecho y mucho peor ejecutado por politiqueros incapaces.
350 millones de dólares, más 159 mil millones de pesos, unos 159 millones de kilos de pan, que se regalan al sistema de transportes, con el objetivo primordial, de tratar de mantener fija la tarifa con el objetivo de distorsionar, favorablemente al gobierno, los índices que miden la inflación.
Se nos ofreció un sistema mejor que el anterior, que estamos de acuerdo con que no era bueno, pero ha sido reemplazado por otro tan malo como el anterior, con la diferencia que trata más mal a los pasajeros y al país le cuesta una millonada, mientras las amarillas no costaban nada.
Es cierto, como dice Cortázar, que algo ha mejorado el sistema desde Febrero del año pasado, pero si no hubiese mejorado, con costos multimillonarios, por cierto pagados por “Moya”, estaríamos en presencia de un descaro descomunal, ha mejorado, un poco, pero el servicio es malo.
Lo que no nos cuenta Cortázar es que las pocas mejorías que ha habido se han producido porque se ha “copiado” parte de la malla de recorridos de los buses amarillos. Lo único que ha funcionado de este “experimento” es lo que no se aplicaba en las amarillas, la tarjeta de prepago.
Nos asiste la seguridad de que los subsidios que se han proporcionado a Transantiago financian completamente el cambio de los buses, que pertenecen a empresas que están obteniendo suculentas ganancias, mientras se pretende que las ineptitudes y las deudas sean socializadas, es decir pagadas por los contribuyentes.
Si hay subsidio este debe ser aplicado al usuario para que este decida qué medio de locomoción usa, porque de otra manera lo que estamos haciendo es “garantizar” las utilidades de la pandilla laguista, mientras la sociedad no tendría mejorías de ninguna especie.
Con la prepotencia que caracteriza a nuestros gobernantes, Cortázar dice que no hay apuro en que el Congreso autorice la millonada que pidió para el TRANSANTIAGO, porque para eso tienen el crédito de 400 millones de dólares que solicitaron al Banco Interamericano de Desarrollo.
Los países que tratan de vivir sin valores
terminan por desvalorizar la vida de sus ciudadanos.
