Cuidado Ministro:

sus argumentos son falaces y poco legítimos.

Mirando al Ministro Secretario General de Gobierno Francisco Vidal Salinas, conocido como el vocero o el explicador de lo inexplicable o como el cara dura, uno entiende realmente a que se refieren cuando hablan de elocuencia, pero, también es muy fácil entender la cercanía que existe entre la política y la farsa, y la enorme distancia que hay entre las verdades y los argumentos falaces.

Sir ir demasiado lejos, el domingo, en la tranquilidad de su casa, lanzó una de sus denuncias “bombásticas”, y bastante extravagantes por cierto, al denunciar que la oposición realizaba un “montaje” en el caso de la acusación Constitucional contra la Ministro Provoste, dejando entrever, además, que sería una acción que pretendía desestabilizar la democracia.

De las palabra del “panchito” debe entenderse que el acusa a la oposición, y a la Contraloría General de la Republica, de haber inventado los desordenes existentes en el Ministerio de Educación y en la SEREMI Metropolitana. Agrava esta absurda acusación el hecho, sin precedentes, de imputar de que el uso de mecanismos legales sean una especie de golpe de estado.

Creemos que el Señor Ministro, por el respeto que nos merece el cargo, no el, se está extralimitando en sus atribuciones, pues, además de exculpar a la funcionaria involucrada intenta desprestigiar a aquellos que tienen la obligación constitucional de velar por que la administración sea pulcra y a quienes juraron fiscalizar los actos de la administración.

Vidal parece no comprender que los desordenes o los actos de corrupción no desaparecerán porque son negados o porque se intenta desprestigiar a aquellos que tienen la osadía de denunciarlos, los actos de esta naturaleza dejan de existir cuándo hay verdadera transparencia y una política de intolerancia a los actos reñidos con la moralidad, a mas de sanciones ejemplarizadoras.

Todo lo que se diga, sin esa voluntad política de moralizar a la administración, y conste que no nos referimos a los Empleados Públicos profesionales, que se han caracterizado por un amplio espíritu de servicio y una honestidad a toda prueba, sino que estamos hablando de aquellos que han entrado como personal de “confianza”, y que confundiendo las situaciones tratan de servirse del país.

La corrupción solo podrá ser eliminada con la alejamiento y ejemplares sanciones a la manzanas podridas, corriendo el riesgo, de no hacer lo que es necesario realizar, de que la descomposición pueda extenderse al resto de la administración, lo que sin duda debe ponernos en alerta máxima, pues seria, simplemente, el réquiem de nuestras posibilidades de desarrollo.

Es rigurosamente cierto que fueron elegidos democráticamente, pero, no deben olvidar que posteriormente a ser elegidos todos los días hay que demostrar ser demócratas, pues, la soberbia, que es muy mala consejera, de no escuchar al pueblo ni de cumplir las promesas electorales, puede transformar el ilegitima la exigua mayoría que obtuvieron hace solo dos años.

Los países que tratan de vivir sin valores

terminan por desvalorizar la vida de sus ciudadanos.