NUESTRA VISIÓN DEL 2007.
Los Gobiernos de
Le haremos caso al ex mandatario y a sus secuaces. Los “sorprendentes” éxitos económicos de que hacen gala las administraciones concertacionistas, en la realidad corresponden a la “dictadura” de Pinochet, que instauró un sistema económico exitoso, que la pandilla concertacionista no se ha atrevido a cambiar. Concesiones, crecimiento, tratados de libre comercio son el resultado del éxito del Gobierno Militar.
Abundando sobre la incapacidad concertacionista constatamos que los leves cambios que han introducido al sistema económico, solo lo han entrabado un poco, pero, no han conseguido desestabilizarlo. Las únicas acciones “socialistas”, es decir estatistas, han sido el manejo de Ferrocarriles del Estado y el cambio del sistema de locomoción colectiva de superficie en Santiago, que demás esta decir que han sido un gigantesco fracaso que ha consumido inmensas cantidades de recursos del todos los chilenos.
La corrupción, el extravío de “floreros”, el uso de los dineros públicos para intervenir las elecciones, la amoralidad, el “secuestro” de los valores nacionales, el aumento de la criminalidad, las políticas publicas erróneas, la inflación desatada, la desocupación creciente, la desaparición de
Estos 18 años de Gobierno concertado han dejado al pueblo chileno el mal sabor de sentir que sus necesidades y sentimientos solo han sido utilizados por elementos ansiosos de poder, con fines meramente electoralistas, que rápidamente han sido olvidadas al llegar al las más altas magistraturas, demostrando que les interesa más servirse a si mismos que ser verdaderos servidores públicos.
Nosotros solo esperábamos tener buena dirección, lo que sin duda alguna hubiera beneficiado a los “patrones”, los ciudadanos, de nuestros soberbios administradores, que lamentablemente no han entendido ni sus funciones ni tienen las competencias necesarias para manejar el país, farreándose, de manera miserable, el destino de millones de compatriotas y las posibilidades de los más humildes.
Sin duda alguna el años 2007 fue bueno solo en las “cifras” macroeconómicas, que sospechamos han sido grotescamente manipuladas, curiosamente en los momentos que tenemos un caja Fiscal atiborrada de moneda extranjera, los habitantes de
Nos parece doloroso, pero las realidades se imponen, aquellos que nos prometieron que la “alegría” llegaba solo han terminado haciéndonos perder las posibilidades de llegar al desarrollo, la que se han farreado miserablemente, y han llenado a los chilenos de una desagradable sensación de frustración.
Es estos momentos en que despedimos al 2007, hacemos votos por que el nuevo año nos trate de manera más benevolente, a la vez que solicitamos al pueblo que no olvide las humillaciones a que ha sido sometido ni la prepotencia e incapacidad con que ejercen el poder los actuales ocupantes de
LO BUENO, LO MALO, LO FEO Y LO ASQUEROSO DE 2007.
NACIONAL
Lo BUENO ha sido sin duda alguna el patriotismo con que
Lo MALO es constatar la burla que implicaron para el pueblo los “proyectos emblemáticos” de la administración de Lagos y la ineptitud del Gobierno de Bachelet para solucionar las chapuceras “obras” del presunto estadista. La negada reaparición del terrorismo no deja de ser una noticia inquietante, a la vez que la delincuencia sigue acrecentando su violencia y poderío. TRANSANTIAGO marca un hito de incapacidad y falta de respeto al pueblo.
Lo FEO es comprobar que ha habido manipulación d cifras para mostrar bajas en el desempleo y una menor inflación que la que hay realmente.
Lo ASQUEROSO se acredita con los grotescos procesos a que son sometidos los uniformados que salvaron a Chile de la tiranía roja, lo reconstruyeron y nos devolvieron
Éxitos
INTERNACIONAL
De las pocas cosas BUENAS de este año ha sido la permanente lucha por la defensa de la familia, de la libertad y la paz emprendida por S.S. el Papa Benedicto XVI, empeñado en hacer escuchar la palabra Divina de amor.
Lo peor, es decir lo más MALO, es la permanencia de las injusticias que provocan severos enfrentamientos sociales, , la violencia terrorista e imperialista y ciertamente la falta de preocupación por la preservación del planeta, que sin duda alguna pone en riesgo la supervivencia de la especie humana.
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