Nos siguen atosigando con cifras positivas, como el salto de crecimiento de Marzo en un 6,5%, pero que la ciudadanía se encuentra muy lejos de poder confirmar en la realidad. Claro, el Ministro Andrés Velasco, se muestra muy contento a la vez que anuncia que las cosas mejoraran más aún. La verdad es que no sabemos en que mundo vive el Secretario de Estado, de lo que si estamos claros es de que al parecer él, y solo un selecto grupo de cercanos, son los únicos que se tragan sus cifras “truchas” y que creen en un optimismo que es claramente desmentido por la expresión facial del elemento oficialista.
Hace algunos días nos entregaron cifras de importante baja del desempleo, de una inflación moderada y algunas cifras de espectaculares aumentos de exportaciones. Lo curioso es que en la misma medida en que baja la cesantía, la desesperación de los sin trabajo aumenta significativamente, extraño resulta, por decir lo menos, que mientras los precios informados por el INE no suben, la dueña de casa deba luchar contra una canasta básica cuyos precios se disparan, o lo decidor que algún sector exportador aumente sensiblemente sus exportaciones, solo en algunos y muy determinados sectores, mientras las pequeñas y medianas empresas se debaten entre la vida y la muerte cada vez mas cercana, pues el dólar sigue su tendencia bajista, que encarece la producción nacional, bajando desmedidamente las importaciones.
Ya nadie, ni siquiera la Concertación, cree en el discurso oficial, lo que no es raro después de 17 años de desatinos, incapacidad manifiesta y engaños constantes. Mientras el país se encuentra en el lamentable camino del estancamiento, en el caso positivo, y de claro retroceso, en la visión negativa, resulta evidente el proceso de descomposición acelerado que vive la coalición oficialista y una absoluta falta de dirección, eso que llaman liderazgo, por parte de la Primer Mandatario, que lamentablemente ha demostrado tener prioridades distintas a las necesidades del país y un escaso conocimiento de la problemática, incluida en esta la solucionatica, que afecta a un agobiado pueblo.
Hemos sostenido, y sostenemos, que es necesario que a la Presidente Michelle Bachelet le vaya bien en su Gobierno, por Chile y su pueblo, aunque lamentablemente hemos ido constatando que ni la mandatario ni su sustento político tienen intenciones rectificatorias, refugiándose en una autosatisfacción absurda o escondiéndose en una critica que suena mas a electoralista, porque la oposición no debiera venir precisamente del oficialismo.
Pocos Gobiernos han tenido condiciones tan favorables de bonanza económica fiscal, de una oposición vergonzosamente colaboradora y blanda, de paz social, y desaprovecharlas de manera miserable, escudándose en modificaciones insustanciales a la legislación electoral ó en un enfrentamiento permanente, por aspectos valóricos, con el resto del país, descuidando desaprensivamente la seguridad ciudadana, la productividad nacional, la salud y educación de los chilenos.
Presidente, queremos hechos, ya estamos cansados de bonitos discursos que solo nos llevan a seguir pagando las cuentas de vuestra ineptitud.
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